lunes, 17 de mayo de 2010

OTONAY, DE LA TRIBU INDÍGENA, Y SU MENSAJE AL HOMBRE: NO TEMAN NI DAÑEN MÁS AL FEMENINO SAGRADO

Hoy ha comenzado magníficamente nuestro día y también el de nuestra querida Natalia-Nori, una excelente mujer que está haciendo una maravillosa sanación de las heridas que portaba -muy justificadamente, por cierto- ante el masculino desviado, que tanto daño ha hecho a las mujeres sabias, sagradas, que portaban con orgullo la sabiduría y el misterio que porta el Femenino. Hemos hecho un ritual de sanación mediante la toma del humo sagrado de la Pipa de la Paz de la Mujer Búfalo Blanco. Ha sido hermoso y sagrado ver cómo el amor lo restituye y lo ordena todo.



Teníamos el suelo lleno de las hojas de otoño -que a mi amado Igneón le gusta poner dentro de

casa, para que el otoño esté invitado a nuestro hogar. Una vela ceremonial consagrada, daba ese toque del fuego sagrado que porta el Femenino Divino, en honor a la sanación total de nuestra querida Nori.


Una vez que ha sanado su dolor hacia el masculino desviado que tanto ha perseguido y dañado profundamente al Femenino Sagrado, se ha revelado para ella su alma gemela:

Otonay, un magnífico hombre indígena que ha querido dar también un importante mensaje y una sugerencia de reflexión para los hombres y el miedo que casi todos ellos nos tienen a las Mujeres Sagradas que estamos en nuestro sitio, intentando acallarnos una y otra vez, de diferentes manera, pero al peor, desde el terrorismo emocional.



Otonay: Dentro de la Familia Humana, yo formo parte de la Tribu Indígena, y muchos de mis hermanos de esta misma tribu, pero sobre todo aquellos que no forman parte de ella, han traspasado sus límites, cabalgando en guerra permanente contra la mujer, sometiéndola, maltratándola, pero no a la mujer por la mujer, sino por el temor que esos hermanos sienten
ante la fortaleza indestructible del Femenino Sagrado.


Es ese miedo el que ha movido al hombre desviado -a quien yo dirijo estas palabras desde mi más profundo sentir- el que le ha llevado y le sigue llevando a maltratar a sus compañeras, a sus hijas, a sus madres y a las mujeres que tienen alrededor. Y ese maltrato es de muchas maneras.

El más violento no es necesariamente el físico, sino el emocional, el que rompe el sentir de esa
mujer, que se encuentra al lado de cada uno de ustedes.


Yo les llamo a la cordura, a que miren en su interior, a que se den cuenta del miedo que sienten ante el Femenino, a que lo reconozcan y a que pidan ayuda. La Madre Divina, el Gran Espíritu, está a disposición de cada uno de ustedes en el corazón mismo que late y les da la vida, porque ella es la Vida; para que le pidan que les reencauce y les ayude a encontrar esa paz que no tienen.

Rendirse a la Mujer no es rendirse a ese ser encarnado, es rendirse, es entregarse a la guía femenina porque ella, el femenino, es quien sostiene la mayor parte del Misterio de la Vida. Es más, hermanos, de ellas nacemos y a ellas nosotros les aportamos lo que tenemos para que, por medio de ellas, se manifieste la Vida.


Entonces yo les convoco y les invito en este Final de Ciclo, cuando se acaba toda una vuelta. Hemos pasado por todas las estaciones y ahora llega el momento del final para que todo ese invierno, crudo, oscuro, frío, desalmado, termine y empiecen a aparecer los brotes de la Nueva Tierra en esta Primavera de Vida que la Naturaleza nos prodiga.


Ya empiezan a aparecer estas señales, yo soy una de ellas. Un hombre - como ustedes – que ha comprendido, que ya no guerrea contra el femenino, que he comprendido que gracias a ese femenino puedo ser grande, engrandeciéndome yo, la engrandezco a ella, protegiéndola, me protejo, respetándola, me protejo a mí mismo.




Me he convertido en, podría decirles, la tienda que protege a ese ser magnífico, a ese fuego eterno que permanentemente arde en el interior de la tienda. A ese fuego que se protege para que nunca se extinga, alimentándolo con el amor que tengo para darle y, de ese modo, volver a ser una sola familia de muchas tribus, pero UNA SOLA FAMILIA.


Rowina: ¡Qué magnífico mensaje, Otonay! ¡Qué broche más hermoso para el ritual de tu alma gemela, Nori, que ha despertado hoy a tu recuerdo! ¡Qué orgullosa se debe sentir al tener a un
hombre sagrado tan consciente y comprometido como tú a su lado! Ojalá muchos de los hombres que lean este mensaje, hagan esa introspección y se pregunten si temen al femenino y, en caso de hacerlo, tomen el firme compromiso de no dañarlo más, sobre todo a nivel emocional, que es el daño mayor que las mujeres, de todas las culturas alrededor del mundo, están recibiendo, hoy por hoy. Un daño que las va destruyendo poco a poco por dentro, en una muerte lenta y muy dolorosa.











NOTA: Os pongo de regalo esta canción de Santana que nos convoca a todos a una Primavera Espiritual emergente, gracias a al colaboración santa entre hombres y mujeres para que se de la mayor de las magnificencias.




Lluvia de sol
Como Una Bendición

La vida renace con su luz

La primavera ya llegó




Todo es así

Regreso a la raíz

Tiempo de inquieta juventud

En primavera ya




La tierra negra se vuelve verde

Y las montanas y el desierto

Un bello jardín




Como la semilla

Lleva nueva vida

Hay en esta primavera una nueva era




En el aire de este nuevo universo

Hoy se respira libertad

En primavera ya




La tierra negra se vuelve verde

Y las montanas y el desierto

Un bello jardín




Como la semilla

Leeva nueva vida

Hay en esta primavera una nueva era

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