viernes, 1 de enero de 2010

EL MUNDO MAYA Y EL AÑO NUEVO

Publicado el 1 de enero de 2010

Veo venir a un maya con penacho emplumado, tocando una especie de pandereta grande. Se sienta junto con otros mayas en el suelo y empiezan a desgranar maíz para abrirse a una visión sobre el año nuevo…



Somos los Viajeros del Tiempo, hemos venido aquí convocados para anunciar, por medio de nuestro hermano el maíz, las señales que claramente indican el acceso al Nuevo Universo.


Este Universo se está cerrando; en cada pulso está siendo llamado a la presencia del sentir, al anclaje del corazón. La paz, la bondad, la gracia, la alegría, son todas maravillosas señales que se sienten en los aires terrestres que cantan la alabanza de la Madre Tierra a su bendita Madre Creadora.


Se cierra un ciclo que fue claro indicador de una avanzada que no era de este Universo, una avanzada de seres que se hanestado moviendo en pos del conocimiento que va de la mano de la luz; ahora esta luz ha de entregar su cetro, de entregar su corona y de entregar su trono al verdadero y único poseedor del derecho de ser de este Universo, que es el amor.


La luz ha mancillado al amor en este Universo y es ya tiempo, pues están dadas ya las condiciones, para que el amor recupere nuevamente este Universo para sí y retire la luz mal aspectada, aquella que va tras el conocimiento, tras el poder, tras la lucha, tras el prestigio, es la luz que no conoce la sensibilidad, que no conoce el sentir, que ve al otro como un competidor y hasta como un enemigo y ella es la que debe retirarse.


¿Cómo se retira? El maíz nos dice que claramente lo hace al desgranarse, al desprenderse de lo que no es, para adherirse al suelo que es la Madre Divina que todo lo recibe, volviendo de donde nació. El maíz luego se seca y quedan esas plantas, marchitas, vueltas rastrojos que muy lentamente se van infundiendo en la tierra hasta ya ni siquiera advertir su presencia. Ese es el proceso que inicia ahora y es la maravilla de ir nuevamente en un nuevo ciclo, de vuelta al origen.


Bienvenido Universo al amor. Unab hu (el Gran Sol Central) está presente irradiando la más exquisita frecuencia de amor, que alcanza todos los rincones de su familia y bendice a Kinich ahau (el sol) y bendice a la Tierra, bendiciendo a la vida que renace en el sentir de Todo lo que Es.


Muchísimas gracias hermano maya, porque los mensajes que recibimos últimamente van en esa línea de que este Universo ha sido reclamado para el amor de nuevo que era su naturaleza original, y que hubo una avanzadilla de la luz mal aspectada que hizo mucho daño, por estar separada del sentir. Gracias a ti, a tus hermanos y al maíz por darnos la señales indicadoras del Nuevo Universo del Amor.

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